sexta-feira, 17 de abril de 2015

POLICÍAS TRAFICARON 300 ARMAS A MAFIAS DE BRASIL

EL PAÍS vie abr 17 2015

EDUARDO BARRENECHE

Unas 300 armas automáticas fueron traficadas a organizaciones criminales de Brasil por policías de Rivera. Las pistolas 9 milímetros y fusiles ametralladora eran adquiridas en armerías en forma legal y luego contrabandeadas hacia Brasil por Rivera. El destino de las mismas era Porto Alegre.



Policía Federal cree que armas traficadas fueron comparadas por el "Comando vermelo"


En Brasil, las armas se pagaban hasta un 300% más de su valor en el mercado negro, señalaron a El País fuentes del caso.

Las bandas que adquirían las pistolas y fusiles —se sospecha que una de ellas es el poderoso grupo narco Comando Vermelho— las utilizaban luego en hechos delictivos como tráfico de drogas y asesinatos.

En la mañana del martes 14, equipos de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia Policial (Dniip) detuvieron a tres policías subalternos y a un comerciante en Rivera. El procedimiento fue apoyado por personal de la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid).

A pedido del fiscal Gilberto Rodríguez, el juez especializado Néstor Valetti procesó ayer con prisión a dos agentes por un delito continuado de tráfico internacional de armas a título de dolo eventual. El comerciante y otro policía quedaron en libertad.

Ayer, por la tarde, un expolicía de Artigas fue detenido por personal de la Dirección Nacional de Inteligencia y trasladado hacia la sede del juez Valetti.
Estricto control.

Durante las investigaciones, la Policía uruguaya detectó que los policías remitidos traficaron a Brasil unas 300 armas nuevas entre 2013, 2014 y lo que va de 2015.

En Brasil el control de venta de armamento es muy estricto, lo cual obliga a los grupos narcos a contrabandear pistolas y rifles desde Uruguay y Paraguay.

Esta es la primera investigación judicial con la nueva ley de tenencia y tráfico de armas que fue aprobada por el Parlamento en agosto de 2014. Sin embargo, este no es la primer caso de tráfico de pistolas automáticas que involucra a policías.

El 5 de junio de 2012, el Ministerio del Interior presentó una denuncia penal por la desaparición de armas y municiones de la Jefatura de Treinta y Tres. La investigación incluyó a varios jerarcas de esa repartición.

La denuncia ministerial se originó luego que la Policía de Brasil detuviera a un narcotraficante que poseía armas originarias de la Jefatura de Treinta y Tres.

La jueza de ese departamento, Ada Siré y la fiscal Sandra Fleitas iniciaron una investigación judicial apoyados por personal de la Dirección de Inteligencia. La indagatoria probó que las armas sustraídas de la Jefatura de Treinta sumaban más de 200 y son, en su mayoría, pistolas Glock y Browning. El precio de esas armas en el mercado negro superaría los US$ 300.000.

En noviembre de 2012, la fiscal Fleitas, pidió a la jueza Siré los procesamientos de siete policías y tres civiles a quienes responsabilizó por irregularidades descubiertas en el marco de una indagatoria respecto al faltante de las armas.

Siré procesó sin prisión únicamente a un policía que fue acusado por autorizar salidas transitorias de presos de la cárcel departamental sin permiso judicial. La fiscal Fleitas apeló la negativa de la magistrada de dictar los restantes nueve enjuiciamientos y por esa razón el expediente pasó a estudio del Tribunal de Apelaciones Penal de 1° Turno.

Hasta el momento nadie resultó procesado por el faltante de las pistolas de la Jefatura olimareña.
La linea.

Otro caso judicial muestra que Rivera es el gran epicentro del tráfico de armas hacia Brasil. Apenas una calle o la plaza de "La Línea" separa un país del otro.

En noviembre del año pasado, la jueza especializada en crimen organizado, Adriana de los Santos procesó a un matrimonio por lavado de activos.

En Brasil, un integrante del matrimonio había sido procesado por tráfico de armas. El dinero de la venta de esas armas era lavado en Uruguay mediante la compra de bienes inmuebles y autos y motos de alta gama, señalaron a El País fuentes de la investigación.
La ruta de las armas.


Las organizaciones brasileñas solo compran armamento potente a los contrabandistas uruguayos. Sus armas preferidas son pistolas nueve milímetros de gran poder de fuego o armas de guerra como la Uzi o el Fusil M-14. La Policía uruguaya constató que los traficantes de armas detenidos trasladaron a Brasil muchas pistolas y pocos fusiles de asalto. Los precios de las armas en el mercado negro brasileño se incrementan hasta un 300%. Las armas salen de Rivera y tienen como destino Porto Alegre y Pelotas.

Cambiaban armas por drogas en Livramento.


En julio de 2012, la Policía Federal de Brasil desbarató una banda que tenía como líder a Anderson Azevedo Mendez, de 36 años, que fue sentenciado a una condena de 37 años en una cárcel de Santa Ana do Livramento. La red criminal cambiaba pasta base, crac y cocaína por armas.

El armamento ingresaba a Brasil por Rivera. Por mes los contrabandistas realizaban una decena de viajes desde Porto Alegre, con la misma operativa: una mujer llegaba a Livramento con la droga y allí le entregaban las armas pasadas desde Uruguay.

La Policía brasileña instrumentó la "Operación Mercador" y detuvo a varios brasileños y a un uruguayo que vivía en la ciudad de Quaraí, limítrofe con Artigas. El diario Zero Hora de Brasil consignó, en agosto de 2012, que la Policía Federal no sabe un elemento importante: el origen de las armas en Uruguay. "Los agentes saben que el armamento llegó a la frontera de la mano de contrabandistas. Ellos operan en Uruguay. Es un misterio para la Policía Federal", dijo el diario.